Todo comenzó con una simple frase: "No sé cuántas sudaderas me quedan..."
Mi pareja gestiona un club de natación local donde varios nadadores entrenan cada día. Entre las prisas, el agua y la emoción del deporte, el material se prestaba constantemente: sudaderas, gorros, gafas, neceseres... Intentaba llevar el control en una hoja de Excel, pero era imposible saber qué quedaba disponible. La veía preocupada cada vez que alguien pedía material y no sabía si tenía suficiente.
Una noche, después de verla contar manualmente todas las sudaderas del club por tercera vez esa semana, algo hizo clic en mi mente.
"¿Y si te hago una app?" le pregunté.
Esa pregunta cambió todo. Lo que empezó como una solución de amor para un pequeño club de natación, se convirtió en Stocky: una herramienta pensada para ayudar a pequeños negocios a saber exactamente qué tienen, cuánto tienen y dónde está.
Porque las mejores soluciones nacen cuando el amor se encuentra con la necesidad de simplificar lo que parece imposible.